Atleticorivadavia

Carta Emotiva

Nose si es tarde para esto, pero esta carta me llego un dia, 18 de Febrero, a la casilla de E-mail, proveniente de Cristian Ostera, decia "Carta de mi Viejo a Julio Benitez. La Lei y me Emociono, Hoy decidi ponerla ya que hoy la lei... Ni siquiera tengo el permiso del propio autor para exponer esta carta, pero a mi me parecio un muy buen homenaje a Julio.

Espero Que les guste.

Querido Julio:

Recuerdo un día en la cancha “auxiliar” de Gimnasia, estábamos, Felix, Luis y Yo, cuando sentí que algo me pasó entre las piernas. Era una pelota. Me habías tirado un caño, te miré, sonreí, …y te llamé “Cañito”.

Cuántos más me hiciste sería imposible recordarlos, pero que quede en claro, entre nosotros, que puse lo mejor de mí para que te salieran todos.

Esa cara de pícaro gurí, con el flequillo de Carlitos Balá, siempre alegre, buscando cualquier motivo para jugar al Fútbol, un picado, un entrenamiento, un cumpleaños, es que era algo que llevabas incorporado en tú ser.

Ah, y cuando dejabas de jugar te ibas a tú pieza a ver todos los partidos de Fútbol Nacional ó Internacional que el tiempo libre te permitiera ver.

Tú habilidad, tus gambetas, dignas del mejor profesional del mundo, nos dejaba con la boca abierta a cada instante, y era el comentario permanente de todos los presentes que repetían una y otra vez …¿viste lo que hizo?.

Y un día volviste a tú Rivadavia, con Dardo y Carlos que nunca se cansaban de ponderarte.

Yo digo que sí Lionel Messi hubiera nacido en Concepción del Uruguay, se hubiera llamado Julio Oscar BENITEZ.

Recuerdo esos torneos en Cuarta, Tercera, cuando ya eras adolescente, siempre haciendo de las tuyas, goles y gambetas todos los fines de semana. Cuando jugabas se divertían tanto tus compañeros como las personas mayores, pues nos deslumbrabas con la magia del fútbol que emanabas en cada jugada.

Yo creo que la pelota te quería, se sentía bien de que la llevaras, ó que la patearas, creo que tenías un feeling muy especial, y que sabías como tratarla, y a Ella le gustaba,… si hasta la red parecía gritar tus goles.

Cuando empezaste la secundaria, Uy!! Me acuerdo los enojos de tus Papás por el Estudio. Vos le explicabas que lo tuyo era otra cosa. Ellos, Ellos, quedate tranquilo, siempre supieron que era así. Quizás no entendías, que muchas veces es difícil ser Padre, pues el Padre siempre quiere la superación para sus hijos, y tiene el compromiso de exhortarlo a superarse permanentemente, y es quién, en definitiva, debe imponer las reglas de juego en la casa, no en la cancha.

Ahora ya eras “Caño”, estabas creciendo, y tenías que prepararte para enfrentar la vida.

Te digo que siempre fuiste la luz de tú casa. Te amaban tus Padres y Hermanas, todos por igual. Te comento que todos deben están muy tranquilos, porque a cada momento y en cada acción, desde bebé, te lo dijeron. Día a día te amaron y te cuidaron.

Todo lo hacían pensando en vos, en tú bien, y así fué, hasta que decidiste partir.

Sé cuanto los amaste a Ellos, porque siempre, es más fácil confiar ciertas cosas a tus amigos que a los Padres.

Y creciste, y comenzaste a trabajar, y fuiste Papá de un hermoso bebé, el cuál vivirá con tú recuerdo y con las historias que le contará la chica que tanto amaste, y que tanto te amó. Qué orgullo para, los ahora Abuelos, y los infinitos “tíos” que se agrandara la Familia.

Te digo, si llega a jugar al Fútbol, es porque ya viene con “pasta” de crack heredada, y si no juega, no importa, crecerá dignamente, siempre te recordará y tendrá miles de amigos como vos, y ní hablar de los “tíos-amigos” que se jactarán que lo conocieron desde que nació y le contarán anécdotas tuyas.

Sabés una cosa? Cuando salías para realizar tu último viaje en la tierra, el cielo estaba diáfano, limpio como nunca, el sol brillaba, y yo te puedo asegurar que en ese momento, allá arriba estaban gritando un Goooool tuyo.

Ya empezaste a hacer de las tuyas pensé, este no cambia más.

Ahora podés disfrutar cada momento, porque donde estás, no hay días ní horarios para jugar al Fútbol, no se suspende nunca un partido por lluvia, no hay lesiones, y puedes hacer todos los goles que te imaginaste. Todos son felices, y supongo, todas las hinchadas te aplaudirán una y otra vez… y te gritarán… ¡¡¡Vamos CAÑO TODAVIA!!!!....

Ya sabés, Jorge.